No son los días nublados
no es la humedad después de la lluvia
no son las nubes amenazadoras
el frio que siento es por la falta de tus brazos...
La cafeína y el cigarro,
el alcohol y otros de mis vicios
que tu tanto odiabas,
no han podido suplir el sabor de tus labios...
Libros y tareas,
ejercicios y actividades
con las que tu tanto peleabas
no han podido borrar nuestros momentos de mi memoria...
Ahora no tengo más que un día nublado,
un buen cigarro,
un café caliente,
tal vez un mal libro,
y mi amancer sin tu aliento,
diciéndome un "te amo".
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